jueves, 2 de septiembre de 2010

La visita

Siempre es lo más intenso, volver a verte
Ir de visita ahí donde ahora vivís,
Rodeada de un mar quieto.

Con estos versos te regalo una cama de amapolas
las historias de las mujeres que te hubiera gustado ser
Los mejores momentos de ese amor alejado antes de tiempo:
los abrazos que tu orgullo no se permitió volver a dar.

Quizás aquel conjuro que no te deja la paz,
sea el mismo que te otorga la suerte del sufrir lo menos algunas veces,
Por fin.

Mientras arreglo tus uñas te miro y me desespero de amor.
Te pienso a salvo de la estupidez del mundo,
Y esa idea me devuelve reconfortada.

Mientras algunas lágrimas recorren la mejilla pues te evocan,
te abrazo hoy, por todas las horas pendientes.
y más cerca de vos duermo ese sueño que es un encuentro con todo lo que no te deja nunca más sola.