domingo, 31 de octubre de 2010

Cerrar de ojos y desear

Con algunas nuevas muertes vibra aquella que seguimos oyendo como principal, intacta de los años.
Como un trompo o una trompada o
un cachetazo ineludible para acercarnos a lo verdadero.


Unas fogatas y alrededor las personas
hablando de otro que tampoco está.
Un inmenso de de veras,
que no hizo más que la belleza ininterrumpida:

vuelvo la cabeza para contar,
se alejan de nuestro lado muchos más así.
En esta traición al poema,
mi mamá y el cantante de los Clash se abrazan y sonríen para mi foto favorita.